Protección de la corrosión de las armaduras
2/09/2015

En un hormigón nuevo o no contaminado las armaduras, debido al entorno fuertemente alcalino, se encuentran en condiciones de pasividad, es decir, cubiertas por una fina capa de óxido que las protege de la corrosión.
Con el tiempo, puede perderse esta alcalinidad y, por lo tanto, la protección.
Protección catódica
La protección catódica es una técnica basada en reglas electroquímicas para proteger y prevenir de la corrosión las estructuras metálicas inseridas en ambientes agresivos.
Puede realizarse imprimiendo una corriente continua entre un electrodo, llamado ánodo, y el metal que se quiere proteger, llamado cátodo.
Este circuito genera una bajada de potencial del elemento metálico y reduce su velocidad de corrosión.
El proceso catódico puede iniciarse a partir de estas condiciones:
- Cuando la corrosión del elemento metálico esté ya presente, con la finalidad de reducir la actividad hasta detenerla.
- Cuando la corrosión no se haya iniciado todavía, con la finalidad de impedir su arranque.
La protección catódica puede realizarse con un sistema de corriente impresa, que utiliza un alimentador externo para desarrollar la corriente necesaria, cuyo polo positivo está conectado a un dispersor anódico, generalmente un ánodo insoluble (grafito, titanio activado, etc.), mientras que el polo negativo se conecta a la armadura a proteger.
Tipos de ánodos son los recubrimientos por proyección térmica de cinc, los recubrimientos cementosos con fibras de carbono y las mallas de titanio.

Protección galvánica
Además de lo anterior, con sistema de ánodos galvánicos de sacrificio, que no utiliza ningún alimentador de energía externo.
Cuando dos tipos distintos de metal conectados entre sí, están inmersos en un medio electrolítico adecuado, el metal con potencial eléctrico más negativo oxidará, protegiendo al metal con el potencial menos negativo.
Para la protección del acero se utilizan generalmente el aluminio o el cinc, siendo el hormigón el electrolito.
Tipos de ánodos galvánicos externos son el recubrimiento de cinc termo-rociado, las láminas de cinc auto-adheridas y las mallas de cinc.
Los ánodos internos o embebidos acostumbran a ser de cinc, manganeso o aluminio.
Inhibidores de corrosión
Los inhibidores de corrosión son sustancias químicas que reducen la velocidad de la corrosión en entornos agresivos y detienen su desarrollo mediante la formación de una película protectora sobre las armaduras, tanto en zonas anódicas como catódicas.
Son sustancias migratorias que pueden incorporarse preventivamente a la masa del hormigón como aditivos, venir incorporados en los morteros de reparación del hormigón o aplicarse en la superficie de los elementos de hormigón ya construidos mediante impregnación o pulverización.
Penetran hacia la armadura por capilaridad, difusión de vapor y atracción iónica.
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