¿Cuál es el papel de la monitorización en la seguridad y la gestión de estructuras?
A cualquier estructura, ya sea de obra civil o edificación, se le debe realizar un seguimiento constante para detectar comportamientos anómalos o aparición y presencia de daños y así poder estudiarlos y subsanarlos a fin de evitar accidentes o que dichos daños avancen hasta puntos irreversibles, reduciendo así su vida útil.
Tal vigilancia se debe realizar mediante inspecciones sistemáticas, así como, complementariamente, mediante la instrumentación y monitorización y, eventualmente, también ensayos no destructivos, tal y como se explica en el capítulo 6 de este mismo documento.
En este sentido la monitorización es importante en la seguridad y gestión de estructuras, pues permite realizar la vigilancia de las estructuras de una forma continuada, pudiendo establecer un sistema de avisos y permitiendo percatarse, de este modo, de cualquier fallo, problema o comportamiento anómalo en fases muy tempranas, lo cual hace posible subsanarlo antes de que suponga un problema para la seguridad.
Además, al identificar los fallos rápidamente y disponer de datos que muestren su evolución, la gestión se vuelve mucho más sencilla y predecible, pues se pueden tomar decisiones informadas y hay más tiempo de respuesta.
Por ejemplo, si se detecta un desplazamiento en un elemento estructural, y en el momento de su detección no amenaza ni a la seguridad ni a la integridad estructural, pero potencialmente puede llegar a hacerlo, en la vigilancia mediante inspecciones habrá que subsanarlo según se detecte o realizar un plan para su seguimiento, con sus consiguientes costes y problemas logísticos; mientras que si la estructura está monitorizada, bastará con fijar un umbral en el que, cuando se sobrepase habrá que actuar, pudiendo realizar el seguimiento sin ninguna asistencia extra y planificar la actuación de forma anticipada.