Causas del deterioro del hormigón: lo que debes saber para su mantenimiento
23/09/2024
El hormigón, aunque es uno de los materiales de construcción más resistentes, está expuesto a diversos deterioros a lo largo del tiempo.
Estos daños pueden ser acelerados por condiciones ambientales adversas o por un proceso de construcción inadecuado.
Los tipos de deterioro se dividen principalmente en aquellos que afectan al hormigón como material y aquellos que dañan las armaduras de acero incrustadas en él.
En cuanto al hormigón en sí, los deterioros pueden ser de origen mecánico, químico o físico:
- Los daños mecánicos incluyen efectos de fenómenos como choques, explosiones, vibraciones o fenómenos naturales. Además, las sobrecargas, ya sean permanentes o temporales, pueden generar grietas o incluso el colapso de estructuras, mientras que la fatiga debida a cargas repetidas también es un factor importante.
- Los deterioros químicos suelen proceder de la interacción del hormigón con agentes externos como sulfatos o cationes agresivos, o de reacciones internas como la reacción árido-álcali. Estos procesos químicos debilitan la estructura, favoreciendo la aparición de fisuras y otros problemas.
- Los daños físicos en el hormigón suelen manifestarse en su superficie, por ejemplo, en forma de fisuras o descamación. Factores como los ciclos de hielo-deshielo, efectos térmicos o la retracción térmica y plástica son comunes en este tipo de deterioro.
El deterioro de las armaduras es, sin embargo, uno de los problemas más serios en las estructuras de hormigón armado.
Los cloruros y el dióxido de carbono atmosférico pueden penetrar a través del hormigón, causando corrosión en las armaduras y debilitando la estructura.
El proceso de carbonatación es uno de los más comunes, donde el CO2 reduce el pH del hormigón y expone las armaduras a la corrosión.
Guía informativa de ARPHO
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En ella, se abordan tanto los métodos de diagnóstico como las técnicas de intervención más avanzadas.
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Este código establece directrices claras para la protección, reparación y refuerzo del hormigón, asegurando que cada intervención esté basada en las mejores prácticas actuales.
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